Llanes, la esencia del norte
Llanes combina algunos de los elementos más valorados del turismo en España. Su cercanía al mar no es impedimento para darle una apariencia de villa señorial. Este aire noble e histórico ha sido reconocido con la declaración de su barrio antiguo como Sitio Histórico-Artístico. Sus callejuelas conservan multitud de ejemplos de la arquitectura civil, religiosa y militar que dio forma a la localidad a lo largo de los siglos. El Paseo de San Pedro, el puerto o las orillas del río Carrocedo son puntos centrales de la vida diaria en Llanes, un antiguo y principal puerto pesquero de la región de Asturias. El hormigueo de las actividades cotidianas en esta localidad se remonta más allá del Románico, de cuya época se conservan todavía 300 metros del muro construido en el siglo XIII. La Torre del Castillo, hoy en día ubicación de la oficina turística, o la basílica de Santa María del Conceyu, son también muestras artísticas de esta época. Otras visitas igualmente recomendables son los palacios de Gaztañaga y de los duques de Estrada.
Una ciudad frente al mar
Aunque Llanes sea especialmente propicia para perderse entre sus callejuelas no hay que olvidar que nos encontramos en una ciudad costera, con seguridad una de las más hermosas y atrayentes de todo el norte peninsular. Por eso conviene de vez en cuando echar la vista atrás para bajar hasta alguna de las playas que han dado fama nacional a esta pequeña y encantadora villa. Los arenales de San Antolín, Torimbia, Celorio o Sablón son algunos de los más afamados. Quienes visiten esta región en busca de playas encontrarán un paisaje alojado del sur peninsular, sin la aridez que caracteriza las playas levantinas. Los arenales aquí surgen de entre los árboles, casi escondidos y vírgenes. La temperatura del agua, considerablemente inferior, hace que no sean pocos los que se lo piensan dos veces antes de meterse. Los más valientes pueden disfrutar de un baño en plena naturaleza y en enclaves casi desiertos que ya casi es imposible encontrar.