La Habana con todo su sabor, colorido y diversión
Pocas ciudades son tan fascinantes como La Habana, la capital de Cuba. Llena de música, cultura y vida, disfrutar de esta ciudad significa también meterse de lleno en su cotidianeidad y compartir con sus ciudadanos su particular forma de ver la vida. Pero, además, La Habana ofrece todo tipo de atractivos por sí misma a los visitantes: un casco histórico realmente bello, iconografía revolucionaria y una arquitectura soberbia, con buenos ejemplos de art déco, barroco colonial y edificios neoclásicos.
Cómo llegar a La Habana
El Aeropuerto Internacional José Martí es el encargado de mover a la gran mayoría de viajeros que llegan al país, por lo que lo más probable es que éste sea tu primer destino en la isla. Una vez allí, has de coger un taxi para llegar a la ciudad. La Habana no tiene conexiones por transporte público con el aeropuerto, por lo que tendrás que hacer este trayecto en taxi, que dura unos 40 minutos.
Principales distritos de La Habana
La Habana tiene una peculiar organización territorial, pues administrativamente se divide en 15 municipios. Como es probable que no puedas visitarlos todos, te explicamos qué puedes encontrar en los barrios más interesantes:
Habana Vieja es, sin duda, el más atractivo para el turismo. Es inmenso –incluye el Puerto y la Plaza de Armas-, por lo que es mejor elegir bien qué se quiere ver en este distrito. En sus calles encontrarás los mejores ejemplos de arquitectura art déco, barroca colonial y neoclásica y es también el área que concentra los principales monumentos y museos.
Por su parte, Centro Habana, situado al norte de Habana Vieja, es famoso por contar con edificios tan emblemáticos e importantes como el Capitolio Nacional de Cuba, el Museo de la Revolución, el Castillo de San Salvador de la Punta o la antigua fábrica de puros Partagás. También hay importantes centros comerciales. Esta zona conserva un aire más añejo que Habana Vieja –mucho más rehabilitada- y, en cierto modo, más auténtico. Aquí es, además, donde viven y trabajan la mayoría de los cubanos.
El barrio donde se concentran la mayor parte de los negocios y tienen su sede las entidades bancarias es Vedado. La famosa Plaza de la Revolución se enclava en este distrito, así como el Monumento a José Martí y la Universidad de La Habana. También algunos edificios emblemáticos, como el Hotel Nacional o el Hotel Habana Libre. Algunas zonas de Vedado tienen un ambiente muy residencial, pues, aunque esta diferenciación ya no es tan evidente, antiguamente en esta área se concentraban las viviendas de la clase alta cubana.
El Malecón, que recorre prácticamente toda la ciudad, es un área con entidad propia. Multitudes recorren este paseo marítimo durante todo el día, pero es a partir del atardecer cuando adquiere su verdadero carácter. Músicos locales se concentran a lo largo de todo su recorrido brindando un ambiente muy especial a las fantásticas vistas que ya por sí solo ofrece El Malecón. Por cierto, si viajas en verano es posible que te encuentres comparsas y carrozas que celebran el carnaval.
Lo que no te puedes perder
La Habana ofrece muchísimas atracciones a sus visitantes, pero las cuatro que te indicamos a continuación son los destinos que deben estar presentes, sí o sí, en cualquier viaje a la capital cubana.
En primer lugar, has de pasar por el Museo de Bellas Artes, un complejo formado por dos edificios que se encuentran muy próximos al Parque Central. Uno está dedicado al arte cubano, cuya representación de obras de artistas nacidos en la isla es única en el mundo. El otro edificio, uno de los más bellos arquitectónicamente hablando de la ciudad, alberga el Museo Internacional, donde se exponen obras de artistas asiáticos, latinos, europeos y norteamericanos.
El otro museo por excelencia de La Habana es el Museo de la Revolución, que se enclava en un impresionante palacio mandado construir por el dictador Batista en los años 50. El museo ofrece un interesante recorrido por los episodios históricos que derivaron en la revolución cubana. El jardín alberga el Memorial Granma, en honor al barco en el que Fidel Castro y otros líderes regresaron a Cuba tras su exilio.
La Plaza de Armas es otro imprescindible de La Habana. No en vano, aquí se fundó la ciudad y la plaza incluye algunos espacios interesantes, como El Templete, una pequeña capilla datada de 1828 que tiene un fresco realizado por Jean Baptiste; o el Castillo de la Real Fuerza, un fuerte de la época colonial y en el que hoy en día se encuentra el Museo de la Cerámica. Por cierto, muy cerca de la Plaza de Armas hay buenos lugares para comprar artesanía local.
Finalmente, tampoco te puedes perder el Capitolio. Este edificio neoclásico -que en su día fue la casa del Congreso cubano y hoy alberga la biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología y la Academia Cubana de las Ciencias- destaca, sobre todo, por su gran cúpula, de 91 metros de altura. Recuerda al edificio del Capitolio de Washington, pero éste es ligeramente más alto, ancho y largo que el americano.
Ideas para irse con el estómago lleno
En Cuba los restaurantes son casi todos estatales y esto se traduce en que son muy económicos. La cocina tradicional cubana es una mezcla de la cultura gastronómica española y la africana, por lo que los cereales como el arroz y los frijoles tienen una gran presencia en casi todos los platos. También es muy típico comer langosta y camarones, pues son buenos y su precio muy ajustado. El Restaurante La Roca, en Vedado, y el Restaurante Los Nardos, en Habana Vieja, son buenos ejemplos. El primero destaca por su ambiente distinguido y porque los camareros son estudiantes de la escuela de gastronomía. Los Nardos, por su parte, se encuentra en la sede de la Asociación Asturiana, en una privilegiada situación frente al Capitolio. Es famoso también por sus grandes raciones.
No obstante, en los últimos tiempos han ido surgiendo algunas propuestas privadas muy interesantes, donde los chefs se esfuerzan por presentar unos platos muy elaborados e innovadores y con una gran influencia internacional. Estos son, no obstante, restaurantes más frecuentados por turistas y con precios adaptados a bolsillos extranjeros. La Moneda Cubana es uno de esos restaurantes que combinan tradición y modernidad. Situado en una antigua casa colonial, el restaurante ofrece preciosos espacios en los que comer, incluyendo la azotea. Tienen un entrante de pétalos de langosta que bien vale la pena probar.
Dónde encontrarlos:
Restaurante La Roca
Calle 21 esq. a M, La Habana
Restaurante Los Nardos
Paseo del Prado 563, La Habana
La Moneda Cubana
Calle Empedrado 152 (entre Mercaderes y San Ignacio), La Habana, 10100
Un hotel de excepción
Ava Gardner, Frank Sinatra, Steven Spielberg o Francis Ford Coppola son algunos de los rostros conocidos que han dormido en el Hotel Nacional de Cuba. Este magnífico establecimiento, construido en 1930, es uno de los edificios más emblemáticos de La Habana, pues ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Situado en una colina en Vedado, ofrece unas vistas únicas del Malecón y la fortaleza del Morro y su decoración clásica conserva todo el esplendor del estilo art déco que predominaba en el momento de su construcción.
Dónde encontrarlo:
Hotel Nacional de Cuba
Calle 21 y O, Vedado, La Habana, 10400